jueves, 8 de noviembre de 2007

Bogotá: ¿cómo vamos? Y ¿qué te espera?

Bogotá, durante los últimos cinco años, se ha venido posicionando como una de las ciudades más competitivas de América Latina. Indudablemente, las renovaciones que se han hecho a nivel de infraestructura, en administraciones pasadas, hacen de la ciudad un punto atractivo y estratégico para el desarrollo de nuevas inversiones y negocios. Sin embargo, la baja inversión en ciencia y tecnología no le ha permitido a Bogotá llegar a un nivel de competitividad, aún, más alto. El reto para el nuevo alcalde de la ciudad, Samuel Moreno Rojas, es precisamente éste.

La construcción de ciclorutas, alamedas , parques y modernos espacios destinados para la recreación y cultura, realizada por las administraciones recientes, le han dado a la ciudad una imagen mucho más fresca y atractiva, impulsando, de esta manera, la inversión extranjera. Y es que, según la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), durante el 2006, se crearon 138 sociedades extranjeras.
Entre tanto, hubo un aumento considerable en el número de empresas registradas en la capital.

Sin duda alguna, la evolución que presenta la ciudad, ha beneficiado, en gran medida, al sector empresarial. Pero, a pesar de los resultados, la tasa de desempleo en Bogotá sigue siendo relativamente alta (11,4%). De la Nación, Bogotá es la ciudad con mayor número de desempleados (415.000 personas), así lo confirma la CCB.

Así mismo, el subempleo aumentó significativamente. Pasó de 1.055.000 personas subempleadas
Samuel Moreno, durante su visita a Codabas, aprovechó para conversar con algunos comerciantes sobre su Programa de Gobierno.

en el 2004 a 1.217.000 en el 2005, según el Observatorio del Mercado del Trabajo de Bogotá No.16 que realiza la Cámara de Comercio de Bogotá. Por otra parte, hubo un incremento de la informalidad entre el 2004 y 2005, de 1.516.000 personas pasó a 1.659.000.

Dado que gran parte de esta problemática radica en el bajo nivel de educación de muchos ciudadanos y en la falta de apoyo para ubicarse laboralmente, el alcalde electo, Samuel Moreno Rojas, propone en su Programa de Gobierno “una alianza social entre empresas, gobierno, centros de educación e investigación y trabajadores, para la generación de empleo de calidad, a través de programas de corto, mediano y largo plazo”.

Además, propone que haya más y mejores oportunidades laborales para los jóvenes y los adultos en edad productiva. Así mismo, incentivar a las MYPIMES para que aumenten su producción y sean cada vez más competitivas, no sólo en la ciudad, sino también a nivel nacional y por qué no, internacional.

Moreno propone también facilitar la creación de empresas, utilizar nuevas tecnologías para la producción y el acceso fácil a créditos.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Articulo Daniel Samper

Este articulo es del periodista Daniel Samper Pizano y escrito para el periodico El Tiempo, dia 31 de octubre 2007, escriban sus opiniones.


Se descarriló el tren sucio contra el Polo

La intromisión electoral de Uribe es escandalosa, pero no sorprendente

Cierto profesor de derecho civil, que tenía la mala maña de realizar exámenes relámpago con preguntas capciosas, disparó alguna vez la siguiente pregunta a un alumno:

-- ¿Me permite la ley casarme con la hermana de mi viuda?
El alumno procesó la pregunta de manera atribulada, repasó velozmente las incompatibilidades por incesto, notó que los cuñados no están abarcados por ellas y contestó: "Sí, sin duda". Perdió el examen, como es obvio, porque le faltó aplomo para entender que, si está de por medio "mi viuda", significa que "yo" ya he muerto, circunstancia que complica bastante un nuevo matrimonio. Algo parecido le sucedió a Samuel Moreno Rojas: se enredó y metió la pata con la pregunta sobre los votos comprados. Sacó en esa pregunta mala nota. Pero deducir de allí que era un delincuente electoral, un político sin escrúpulos y que él y su grupo destrozarán la administración de Bogotá era como inferir que aquel alumno atribulado de derecho civil está dispuesto a cometer adulterio, uxoricidio e incluso necrofilia.

La locomotora que montaron contra Moreno sobre tan enclenques rieles se descarriló el domingo. Menos sectario que sus enemigos políticos, el pueblo bogotano lo eligió alcalde y decidió que el Polo Democrático siga rigiendo los destinos de la ciudad. Será interesante analizar cómo la saña en su contra hizo crecer la votación de Moreno. Además, esos 915 mil votos son un reconocimiento de que la izquierda ejerció con honorabilidad y eficiencia el segundo cargo más importante del país. No lo esperaban así los atomizados partidos tradicionales, que llevan más de siglo y medio experimentando con el país, saqueando sus arcas, comprando votos y logrando solo pequeños aciertos en medio de grandes desastres.

Abundaron en la campaña los procedimientos sucios, algo que tampoco se ahorraron algunos sectores del Polo. A Moreno puede criticársele haber pensado mal. Pero los actos del presidente Álvaro Uribe ofrecen pocos antecedentes como intromisión descarada en política. ¿No era ilegal la injerencia electoral de funcionarios? Escandaliza, pero no sorprende, la mala fe con que sugirió que el Polo defiende la lucha armada, a partir de una torva interferencia de las Farc en la campaña. ¿Por qué creerle a este grupo violento sus calificaciones y descalificaciones, pero no a los paramilitares y narcotraficantes cuando formulan las suyas?

Si la izquierda democrática aspira un día a llegar al Palacio de Nariño, ya sabe lo difícil que el Establecimiento se lo va a poner.

Moreno y el Polo tienen que demostrar que pueden continuar la obra de los alcaldes anteriores y, sobre todo, el énfasis social que imprimió Lucho Garzón. Su deber es probar que lo harán con rigor y probidad y sin sectarismos. Samuel, en particular, tiene que callar a quienes lo tildaron de clientelista. Mantenga a raya a quienes en su entorno demuestren apetitos politiqueros; "desanapícese" un poco, que muchos que votamos por el Polo no simpatizamos con el populismo de Anapo; apóyese en los nuevos equipos técnicos que trabajan por la ciudad; vincule personas que, sin ser del Polo, quieren ayudar a Bogotá; demuestre que no será ese desastre que sus enemigos anuncian a gritos; juegue limpio; cumpla sus promesas; recuerde que fue elegido sobre todo por las clases económicas más necesitadas; fortalezca el futuro de una opción política distinta.

El Polo, a su turno, también tiene la misión histórica de consolidarse como partido de izquierda promotor del cambio social pacífico. Debe cerrar grietas en su interior y evitar que la capacidad corruptora del poder lo contagie. Sería una desilusión aplastante que fallara.

Quienes votamos por Moreno y el Polo tenemos, más que nadie, la obligación de vigilar y exigir.