domingo, 4 de noviembre de 2007

Articulo Daniel Samper

Este articulo es del periodista Daniel Samper Pizano y escrito para el periodico El Tiempo, dia 31 de octubre 2007, escriban sus opiniones.


Se descarriló el tren sucio contra el Polo

La intromisión electoral de Uribe es escandalosa, pero no sorprendente

Cierto profesor de derecho civil, que tenía la mala maña de realizar exámenes relámpago con preguntas capciosas, disparó alguna vez la siguiente pregunta a un alumno:

-- ¿Me permite la ley casarme con la hermana de mi viuda?
El alumno procesó la pregunta de manera atribulada, repasó velozmente las incompatibilidades por incesto, notó que los cuñados no están abarcados por ellas y contestó: "Sí, sin duda". Perdió el examen, como es obvio, porque le faltó aplomo para entender que, si está de por medio "mi viuda", significa que "yo" ya he muerto, circunstancia que complica bastante un nuevo matrimonio. Algo parecido le sucedió a Samuel Moreno Rojas: se enredó y metió la pata con la pregunta sobre los votos comprados. Sacó en esa pregunta mala nota. Pero deducir de allí que era un delincuente electoral, un político sin escrúpulos y que él y su grupo destrozarán la administración de Bogotá era como inferir que aquel alumno atribulado de derecho civil está dispuesto a cometer adulterio, uxoricidio e incluso necrofilia.

La locomotora que montaron contra Moreno sobre tan enclenques rieles se descarriló el domingo. Menos sectario que sus enemigos políticos, el pueblo bogotano lo eligió alcalde y decidió que el Polo Democrático siga rigiendo los destinos de la ciudad. Será interesante analizar cómo la saña en su contra hizo crecer la votación de Moreno. Además, esos 915 mil votos son un reconocimiento de que la izquierda ejerció con honorabilidad y eficiencia el segundo cargo más importante del país. No lo esperaban así los atomizados partidos tradicionales, que llevan más de siglo y medio experimentando con el país, saqueando sus arcas, comprando votos y logrando solo pequeños aciertos en medio de grandes desastres.

Abundaron en la campaña los procedimientos sucios, algo que tampoco se ahorraron algunos sectores del Polo. A Moreno puede criticársele haber pensado mal. Pero los actos del presidente Álvaro Uribe ofrecen pocos antecedentes como intromisión descarada en política. ¿No era ilegal la injerencia electoral de funcionarios? Escandaliza, pero no sorprende, la mala fe con que sugirió que el Polo defiende la lucha armada, a partir de una torva interferencia de las Farc en la campaña. ¿Por qué creerle a este grupo violento sus calificaciones y descalificaciones, pero no a los paramilitares y narcotraficantes cuando formulan las suyas?

Si la izquierda democrática aspira un día a llegar al Palacio de Nariño, ya sabe lo difícil que el Establecimiento se lo va a poner.

Moreno y el Polo tienen que demostrar que pueden continuar la obra de los alcaldes anteriores y, sobre todo, el énfasis social que imprimió Lucho Garzón. Su deber es probar que lo harán con rigor y probidad y sin sectarismos. Samuel, en particular, tiene que callar a quienes lo tildaron de clientelista. Mantenga a raya a quienes en su entorno demuestren apetitos politiqueros; "desanapícese" un poco, que muchos que votamos por el Polo no simpatizamos con el populismo de Anapo; apóyese en los nuevos equipos técnicos que trabajan por la ciudad; vincule personas que, sin ser del Polo, quieren ayudar a Bogotá; demuestre que no será ese desastre que sus enemigos anuncian a gritos; juegue limpio; cumpla sus promesas; recuerde que fue elegido sobre todo por las clases económicas más necesitadas; fortalezca el futuro de una opción política distinta.

El Polo, a su turno, también tiene la misión histórica de consolidarse como partido de izquierda promotor del cambio social pacífico. Debe cerrar grietas en su interior y evitar que la capacidad corruptora del poder lo contagie. Sería una desilusión aplastante que fallara.

Quienes votamos por Moreno y el Polo tenemos, más que nadie, la obligación de vigilar y exigir.

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